Zapatos Rojos es el primero de una serie de pañuelos que me hace especial ilusión. Llevo tiempo, probablemente desde los inicios de la marca, que pienso en este formato (el pañuelo cuadrado) como lienzo para contar historias. Esto, y que los cuentos ilustrados me apasionan, ha hecho que comenzara una nueva categoría dedicada a los cuentos.

Para empezar he escogido esta historia que no es de las más conocidas dentro de los cuentos populares recogidos, en este caso, por Hans Christian Andersen.

Este cuento narra la historia de Karen, una niña tan pobre que ni unos zapatos podía permitirse. Cuando muere su madre es acogida por una vieja señora que la toma a su cargo. Todo va bien hasta que un día decide hacerse con unos zapatos rojos sin la aprobación de su madrastra. Este acto de coquetería desencadenará una serie de acontecimientos terroríficos.

Os dejo aquí un fragmento de la historia original:

“Algo brillaba en lo alto de los árboles, y como parecía un rostro, creyó que era la luna. Pero era el viejo soldado con la barba roja; estaba sentado, cabeceaba y decía:

-¡Mira qué preciosos zapatos de baile!

Entonces se asustó y quiso arrancarse los zapatos rojos, pero estaban firmemente agarrados, y se arrancó las medias, pero los zapatos se habían hecho unos con sus pies e iba a bailar y tenía que bailar por el campo y pradera, a la lluvia y al sol, de noche y de día, pero de noche era peor.

Bailó en el cementerio, al aire libre, pero los muertos allí no bailaban, tenían algo mucho mejor que hacer. Hubiera querido sentarse junto a la fosa común, donde crece la manzanilla amarga, pero para ella no había paz ni reposo y cuando entró bailando por la puerta abierta de la iglesia, vio un ángel de larga túnica blanca, con alas que de los hombros le llegaban a la tierra, el rostro duro y serio y en la mano empuñaban una espada muy ancha y resplandeciente:

-¡Tienes que bailar! -dijo-. ¡Baila con tus zapatos rojos hasta que quedes pálida y fría! Hasta que tu piel se arrugue como la de un esqueleto. Bailarás de puerta en puerta donde vivan niños llenos de orgullo y vanidad, llamarás, para que te oigan y se asusten. ¡Baila, baila!”*

Me imagino a mi abuela de niña, y otras miles de niñas en el mundo, escuchado este cuento y sobrecogiéndose del terror. La amenaza por excelencia: “¿No quieres lentejas? ¡Dos platos!”.

Por eso Zapatos Rojos es el primero de estos cuentos escogidos; porque, el simple hecho de convertirlo en un motivo decorativo me parece suficiente respuesta a esta historia represiva y castrante.

Puedes encontrar este pañuelo en un formato, de 90×90 cm, en la tienda online. Estampado digitalmente sobre seda 100% y orillado a mano en Galicia.

*Fragmento extraído del cuento “Los zapatos rojos” de Hans Christian Andersen, recogido en “Relatos y poemas para niños extremadamente inteligentes de todas las edades”, Harold Bloom, Anagrama, 2003.